Yoga... ¡y pasiones varias!
Además de escribir mis novelas y toda la creación que eso conlleva, ya sea para mis títulos, mis fotos de portada o para mi sitio web y mis publicaciones... También tengo varias otras pasiones, talentos y valores! ¡Los presento algunas de estas pasiones, aquí, en imágenes y en palabras!
Yoga, bailar, meditación, espiritualidad... ¡Conexión!
Medito, bailo, practico yoga, casi todos los días. Me permite reenfocarme, conectarme conmigo mismo, con la vida. A veces también me permite desahogarme. Para crear mi energía saludable. Mantenerse en forma. En definitiva, como dicen; “una menta sana en un cuerpo sano…”
Además me gusta conectarme con la vida, con la naturaleza, con la luna. Canto mantras, me maquillo y bailo, a veces, en las noches de luna llena. (¡O cualquier noche!) ¡Estoy en armonía conmigo mismo y con la vida! Celebro la vida... ¡Y a mí mismo!
Fiston, mi bebe grande, a lo largo del tiempo, en diferentes escenarios y aventuras.
Mamá gato
No, no tengo un niño "humano"... ¡Pero tengo un hijo, mi adorable bebé grande y peludo, en cuatro patas! ¡Yo se! ¡Yo se! Me dirás que no es como un “niño de verdad”. Y lo entiendo. Ahora, no tengo más hijos… De hecho, he tenido varios peluditos de cuatro patas a lo largo de mi vida. Sin embargo, fueron Monsieur, el primero que se fue de aventura conmigo a Costa Rica, y Fiston, quienes fueron los más memorables. Vivieron toda una serie de aventuras a mi lado. Aventuras que puedes leer en mis libros, por cierto.
De lo contrario, nunca soñé con tener hijos, hijos. Tuve sueños. ¡Todavía tengo algunos! Pero nunca tuve este deseo real de dar a luz. Ya pensaba que si la vida así lo deseaba y tenía los medios y el tiempo, preferiría acoger a los niños menos afortunados, del PDJ por ejemplo. (O PANI, su equivalente en Costa Rica). Sin embargo, nunca tuve el deseo profundo de tener el mío propio. Aunque me he topado con ellos muchas veces, ya sea haciendo voluntariado, en Nepal o en República Dominicana, por ejemplo...
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Y, sinceramente, Fiston (antes, ¡Monsieur!), él es mi familia. Mi hombrecito, mi compañero de viaje, en la vida. Y estoy agradecido de tenerlo a mi lado.
A continuación encontrarán a Fiston, y a mi primer bebé, Monsieur... De nuevo en diferentes paisajes y aventuras.
¡Vegana y saludable!
Un día, alterada, después de una tragedia... fui a la playa cerca de donde viví, en Costa Rica. Los cerdos me dieron amor durante horas. Me hicieron sonreír de nuevo. Sentían que yo estaba triste, molesta. Me sintieron. Me conecté con ellos. Vi su alma. Sentí su amor...
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Me hice vegetariana ese mismo día en que me di cuenta... (¡Y vegana, unos días después!) que nunca más volví a comer animales. Para mí la carne es un animal. Un ser con alma, corazón, sentimientos. No valgo más que ellos. Nunca me he arrepentido de mi elección. Me siento mejor en todos los sentidos.
Tengo más energía. Mi alma está en armonía. ¡Mi conciencia está feliz! Sin mencionar que somos lo que comemos... Por eso, trato de comer energías hermosas, saludables y vivas. Estar bella, sana y viva. Ya no pongo en mí energía oscura de muerte y trauma. Es beneficioso a todos los niveles.
Amo demasiado a los animales como para someterlos a esta masacre, para matarlos sin una buena razón. Y no me falta nada. ¡Nunca había estado tan saludable, bonita y vibrante! Respeto la vida y me conecto con ella. Vivo en armonía con los animales, mi conciencia, mi corazón, ¡toda la vida!
