VOLUNTARIADO INTERNACIONAL
Enseñar en Nepal
Una experiencia enriquecedora con jóvenes nepalíes de entornos desfavorecidos...
Después de dejar Costa Rica, el viento me llevó a otro continente, donde deambulé un poco, escuchando señales de vida. Después de una estancia en Italia, otra en Suiza y Francia, acabé en Nepal, donde me ofrecí como voluntaria para enseñar inglés en una escuela primaria de un pueblo, en la región de Pokhara, a niños de entornos menos afortunados, durante tres meses.
Aunque enseñar inglés puede ser útil a los jóvenes, y posiblemente abrirles ciertas puertas más adelante, si siguen practicándolo, claro, o si, como voluntarios, conseguimos transmitirles las ganas de seguir por este camino. Para mí, la docencia sigue siendo un pretexto para este tipo de experiencias.
Más bien, creo que los voluntarios internacionales están ahí para brindar tiempo y amor a estos niños de entornos difíciles. Y eso es lo que estaba tratando de darles. Tiempo de calidad. ¡Y amor en abundancia! (Desafortunadamente, muchos de estos pequeños reciben muy poco. ¡Ni siquiera de sus propios padres!) Por eso, el hecho de que extraños se tomen el tiempo para estar ahí para ellos les demuestra su importancia y les permite abrirse a otra realidad y cultura. También les ayuda a abrir sus corazones a la diferencia y la novedad. ¡A abrir sus corazones a los demás! ¡A la vida!
¡Los intercambios interculturales internacionales son beneficiosos para todos los recién llegados para la apertura del alma, la conciencia y el corazón! ¡Y además son beneficiosos para todos! ¡Tanto para voluntarios como para profesores, padres o niños!
Abriendose a diferentes culturas y realidades...
Para que una experiencia como esta sea del todo exitosa, debes mantener la mente abierta en todo momento. Además de la gran pobreza en la que viven y evolucionan ciertos pueblos, sus costumbres y tradiciones muchas veces pueden parecer muy arcaicas y fuera de lugar. Sin embargo, debemos tener en cuenta que no estamos ahí para juzgarles, criticarles o mostrarles que su forma de hacer las cosas no es la correcta. Sin mencionar que la mejor manera de enseñar es siempre con el ejemplo.
Por supuesto, no siempre estuve de acuerdo con muchos de sus métodos; sólo, por ejemplo, si pensamos en cómo se trata a las mujeres y a los niños (¡de estratos sociales más bajos aún más!)... Sin embargo, no iba allí a juzgarlos. Independientemente de su apellido (el elenco y el linaje social son predominantes en este pequeño país), traté a todos como a mis iguales, con amor y respeto (lo cual trato de hacer en todas partes del mundo), ignorando trabajos, experiencias pasadas, estatus social. ¡o cuenta bancaria!) ¡Lo cual los profesores y los niños no dejaron de notar! Pudieron aprender mirándome así, abierto a todos. ¡Y también aprendí mucho de todos y de esta experiencia tan enriquecedora! Hablaré de ello aquí y allá en varios de mis libros, Perdido en Maui,Nómada YEspejismo.
En República Dominicana...
¡Una experiencia nueva y diferente con mis lectores!
Después de Nepal, con la Fundación Juvenil para el Desarrollo Sostenible (¡con la que ya había hecho un primer viaje de voluntariado en el pasado!), fui con diferentes grupos de voluntarios, compuestos principalmente por mis lectores, que querían vivir el mismo tipo de vida. Experiencia en República Dominicana. Yo estuve allí para acompañarlos en su gran aventura; ayudarlos con el idioma, el país, las diferentes realidades, el choque cultural... O simplemente intercambiar con ellos sobre sus experiencias o las de otros. Para apoyarlos y también para pasar tiempo de calidad cada uno.
¡Otra experiencia, en compañía de almas hermosas, de lo más enriquecedora a todos los niveles!